Nuestra primera conexión con el mundo: la piel

Nuestra primera conexión con el mundo: la piel

La piel es un gran receptor que todo el tiempo está hablando con el mundo y con el interior de nosotros mismos. Esas conversaciones se van a enriquecer con el tiempo, como las amistades, porque vamos a empezar a conocernos mejor y a entendernos mucho más. 

No todos los lugares se van a comunicar igual, ni todas las emociones o estados de salud van a tener las mismas consecuencias. Por eso es que nuestra piel no reacciona de la misma manera siempre. Ella nos transmite a lo largo del cuerpo, todo lo que el exterior nos quiere contar o todo lo que está ocurriendo en nuestro interior; cosa que no percibimos a simple vista. 

La piel es nuestro primer contacto con nuevos ambientes, experiencias, texturas y sensaciones. Por eso, también es la primera en manifestarse ante lo que hay en nuestro entorno e incluso, ante lo que sucede en nuestro interior.

Por eso es que podemos ver cómo nuestra piel se comporta de diferente forma cuando el clima cambia, cuando dejamos de tomar el agua necesaria, cuando viajamos a otras ciudades con diferentes alturas, cuando no estamos durmiendo bien o cuando estamos estresados. ¡En fin! Son muchísimos contextos en los que la piel debe decidir cómo comportarse. Esos cambios son su única forma de hablar con nosotros, de comunicar lo que está pasando, de llamar nuestra atención. 

Por ejemplo, ¿cómo deberíamos cuidarnos estando en la playa o estando en clima frío? Cojamos estas situaciones y miremos cuál es la mejor manera y la más indicada para cuidarnos la piel. 

Playa, brisa, mar y una piel perfecta.

¿A quién no le gusta ir a la playa? Pensar en ver las olas del mar es sinónimo de felicidad, descanso, cocos locos... y en la pregunta "¿qué voy a hacer para cuidarme la piel?". En estos casos el protector solar no es suficiente, lo sabemos. También sabemos lo dañino que puede ser el sol y más cuando estamos expuestos a él casi que el 60% del día, en la playa, bronceándonos, caminando, etc. Pero también sabemos que puede traer beneficios a la piel si la cuidamos de la manera adecuada. Saquemos lo mejor del sol y del mar para disfrutar de estos momentos, pero poniendo como prioridad la salud de nuestra piel. 

Entonces, si quieres esa piel color canelita hollywood sin descuidar a tu salud, esto es lo que Dermarket te recomienda hacer antes, durante y después de ir a la playa:

  1. ¡Importantísimo! El protector solar. Es imperdonable no empacar el bloqueador en tu maleta. Aplícalo más o menos 15 minutos antes de exponerte al sol y vuelve a aplicarlo cada 2 o 3 horas; que es el tiempo en el que suele durar su efecto. Cómpralo de 50 SPF de ser posible y si te mojas, vuelve a aplicarlo luego de eso. Con esto esperamos que seas como una mamá intensa y preocupada, ¡no puedes olvidarlo!

*Consejo extra: consigue bálsamo para labios con SPF para mantenerlos hidratados y protegidos. No queremos que se conviertan en un desierto. 

  1. Debes hacer lo posible por tener un resguardo seguro del sol. Como por ejemplo: sombrero o gorra, sombrilla, gafas de sol.
  2. Agua, agua y más agua. Es ideal mantener lo más hidratado posible tu cuerpo para evitar que la resequedad se potencie. Así que una botella de agua helada será tu mejor aliada. 
  3. ¿Cuál es el mejor horario para broncearse? Definitivamente será de 7:00am a 11:00am y luego de las 4:00pm. Puedes ocuparte jugando parqués o leyendo un libro bajo la sombra mientras pasa el sol más intenso. 
  4. Trata de usar maquillaje lo menos posible. La combinación del sol, el sudor y el maquillaje puede producir obstrucción de los poros y esto no lo queremos.
  5. Por último, pero no menos importante, no olvides tu rutina de limpieza. Sabemos que cuando viajamos a veces es difícil llevar con nosotros todos los productos necesarios. Ten como prioridad, por lo menos, empacar un jabón para limpiar dos veces al día y una crema hidratante. 

La piel y el frío, ¿amigos?

Definitivamente, si no tomamos los cuidados necesarios, el frío puede traer varios retos para nuestra piel. El cambio de clima empieza a atacar con resequedad y la piel se pone un poco más tiesa; no queremos que aparte de tener frío, tengamos también una piel triste. 

Es cierto que cuando cambiamos a un clima frío, los rayos del sol no causan los mismos daños y hay menos quemaduras, pero la piel se vuelve mucho más sensible con las bajas temperaturas. ¡El frío no puede afectar lo radiantes que estamos!

Así que ten en cuenta los siguientes consejos para que ganes la batalla contra la deshidratación y la resequedad causadas por el clima frío:

  1. ¡Crema hidratante por todo el cuerpo! Vamos a aplicar esta crema luego de bañarnos todos los días. 
  2. Las manos y los labios, por estar tan expuestos al frío, son los que más sufren. Entonces te recomendamos conseguir un bálsamo hidratante para los labios y aplicar crema en las manos cada que puedas.
  3. En esta situación, es permitido lavar la cara solo una vez al día para que no le quitemos a la piel su hidratación natural. 
  4. ¡Olvídate de los baños con agua caliente! Intenta tomar duchas con agua tibia.
  5. No dejamos a un lado el protector solar, porque el sol en clima frío también es peligroso. 
  6. Por último, cúbrete del frío. ¡Protege tu cara!

Y hablando de hidratar la piel, te dejamos los mejores productos hidratantes para que cuides de ti en cualquier ocasión.

La piel es nuestra conexión más directa con el mundo, así que cuidemos esas conversaciones y entendamos las dinámicas que nos pide cada situación. Escuchemos nuestro cuerpo y aprendamos a entender sus necesidades.

¡Cuidar de tu piel es cuidar de tu tranquilidad!